El desarrollo lingüístico inicia mucho antes de que los niños se expresen con palabras. Ese tiempo previo es fundamental para ayudarles a construir una base sólida del lenguaje que les permitirá aprender a lo largo de la vida. Ésto es muchísimo más importante aún en niños con una discapacidad o que se encuentren en riesgo. De hecho, luego de cuarenta años de experiencia profesional, considero que no es tanto la discapacidad en sí lo que afecta el desarrollo de los niños como el nivel del lenguaje que desarrollen.

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Este curso propone analizar, desde el modelo de la Atención Temprana Centrada en la Familia y en Contextos Naturales, los aspectos que nos ayudan a evaluar a cada bebe y niño pequeño con sus particularidades, elaborar objetivos a medida (S.M.A.R.T.) y desplegar buenas prácticas que faciliten el alcance de los mismos.

Como parte de las buenas prácticas, debemos iniciarnos en el trabajo con las familias y aprender a construir alianzas, que no siempre resultan sencillas. En esta propuesta se analizarán los aspectos más desafiantes de este trabajo, cómo establecer objetivos para las familias y recursos a tener en cuenta para que nuestras prácticas sean exitosas. 

 

Dado que es un curso eminentemente práctico, el cupo es reducido y se invita a los participantes a presentar casos de su práctica profesional, si así lo desearan. 

Los asistentes participan y se involucran de forma activa a través de debates, actividades en grupos reducidos, análisis de vídeos y la elaboración de un Plan de Acción práctico que los participantes pueden llevar a sus consultas.